La hormona de la vida

El 11 de Enero de 1922, se le suministró la primera inyección de insulina a Leonard Thompson, un diabético de 14 años de edad que yacía agonizante en el Hospital General de Toronto. Aún así, el extracto era tan impuro que Thompson sufrió graves reacciones alérgicas, y se cancelaron las siguientes inyecciones. En los 12 días siguiente, Collip trabajó día y noche para mejorar el extracto de insulina, y se le administró una segunda dosis el día 23. Esta fue un completo éxito, no sólo por no tener efectos secundarios evidentes, sino por eliminar completamente el exceso de azúcar en sangre característico de la enfermedad.

Por aquel entonces, a los niños diabéticos agonizantes por coma diabético por ceto-acidosis se les mantenía en grandes salas de hospital, usualmente con más de 50 pacientes por sala, la mayoría en estado de coma. Los familiares asistían angustiados al proceso que acababa, inevitablemente hasta entonces, con la muerte. En uno de los momentos más dramáticos de la medicina, Banting, Best y Collip fueron de cama en cama, inyectando el nuevo extracto purificado a todos los niños de la sala del hospital. Antes de que hubieran atendido al último de los niños moribundos, los primeros ya estaban despertándose del coma, ante el júbilo de sus familiares.(Fuente, Wikipedia [Insuline])

4 Comments:

  1. 7418880 said...
    Creéis que algo así pasará con el cáncer????

    Es una Utopía que algún médico inventará la vacuna definitiva sin quimio ni radio terapia e irá por todas las camas de oncología curando a todos los enfermos terminales????.
    Lord Mictlantecuhtli said...
    Yo lo veo más complicado, ya que cada cancer es diferente dependiendo de donde sea y será más difícil conseguir una única solución para todos...
    Ginew said...
    Muy bonita historia. No solo por cómo ocurrió, sino por todas las vidas que habrán podido salvarse y seguirán salvándose.
    Tatharmith said...
    Afortunados oh nosotros que nacimos en esta época en la que la medicina nos asiste de la feliz muerte.
    Gracias por la historia, la desconocía por completo.

Post a Comment